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.EDITORIAL...NO PERDEMOS LA ESPERANZA
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Subió al poder Gonzalez Machi, legitimado por esta hazana popular y respaldado por un gobierno de unidad nacional en el que gran parte de la población cifraba sus esperanzas. Eran dias de gloria, como los denominaba la prensa en esos dias.
La causa de marzo era una lucha nitida contra todo destello de dictadura, pero tambien era causa por la justicia social, la honestidad y una mayor igualdad. Los campesinos que estaban en la plaza gritaban demandas concretas en la linea de to que tendria que ser una autentica reforma agraria; los jóvenes portaban la bandera de la honestidad, la libertad y la justicia social.
Pero ha transcurrido un ano y las esperanzas han quedado frustradas. Se ha agravado la pobreza y la desigualdad social, no hay visos de despegue de esta situación de estancamiento económico y la situación es cada vez mas inestable a incierta. Y como causal de todo ello se constata la continuación de un sistema politico, económico y social, basado en el clientelismo, prebendarismo, la corrupción y la impunidad.
La ciudadania esta dolida y con razón contra los legisladores porque, entre otras cosas, amparan la corrupción y la impunidad, al amparar a parlamentarios cómplices de las matanzas de marzo, al impedir el juicio del contralor de la republica, uno de los principales responsables de la lucha para erradicar la corrupción a impunidad en la esfera gubernamental a pesar de las bien documentadas denuncias en su contra.
La ciudadania esta dolida y con razón contra el poder ejecutivo porque se siente defraudada en sus promesas: no se ven acciones decididas para mejorar la infraestructura y los servicios basicos indispensables en favor de una mayor justicia social, en la erradicación de la corrupción, en la institucionalización del pais, en disenar planes y cronogramas de Reforma del estado; y porque sigue nombrando funcionarios en base al clientelismo politico y no por la probidad y capacidad tecnica de los candidatos.
La ciudadania esta dolida y con razón contra el poder judicial porque la justicia sigue siendo todavia un derecho exclusivo de los ricos o de los aliados politicos, por la lentitud de los juicios, por la nula penalización de quienes atentaron contra los bienes de la ciudadania o del Estado en fraudes publicos que han quedado totalmente impunes.
Toda esta situación, que para algunos es muy grave a insostenible, ha motivado, incluso, la elaboración y firma de un MANIFIESTO, que ha sido presentado a los poderes de la nacion por personas representativas de la opinión publica y de movimientos sociales. Por su parte, las diversas organizaciones y movimientos sociales se preparan para esas fechas históricas con la intención de presentar sus reclamos y exigencias, con el consiguiente peligro de explosión social y con el inconveniente de que los vencidos en el pasado marzo puedan sacar provecho de la decepción que el actual gobierno nos ha causado a todos.
Queremos, no obstante, apuntar tambien algunas senales o grupos de esperanza:
Jóvenes como los que, con sus ideales virgenes, fueron el sosten de la lucha en marzo pasado o los que, conscientes de to que les necesita el pais, estan ya participando en sus comunidades y preparandose para el futuro. Con ellos, creemos, algo nuevo esta naciendo.
Campesinos, cada vez mas conscientes de la realidad de injusticia que padecen y cada vez mas decididos y capaces de presentar alternativas politicas para el pais que sonamos.
Muchos pobres que apoyados en la buena noticia del evangelio construyen ya solidaridad en sus comunidades y mantienen su esperanza basada en la fraternidad y la justicia.
Aquellos grupos y movimientos cristianos comprometidos por un Paraguay nuevo y decididos a formarse, capacitarse y ejercitarse en una participación constructiva y responsable en el Paraguay que queremos.
Y otras muchas personas de buena voluntad dispersas por toda nuestra geografia y empenadas en la elaboración participada de un proyecto de pais en el que no haya excluidos y en el que los pobres sean favorecidos.
Con todo ellos queremos aunar nuetros esfuerzos por construir un Paraguay más justo y solidario.
Todavía tenemos esperanza.
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