Bases De La Masoneria
1.
La Masonería declara reconocer, por base de su trabajo,
un principio superior e ideal, el cual es el Gran Arquitecto
del Universo; no combate, no recomienda ninguna convicción
religiosa ni quiere poner limites, con afirmaciones dogmáticas
sobre la Causa Suprema, a las posibilidades de libre investigación
de la Verdad.
2. La Francmasonería quiere y trabaja para que individuo
y sociedad no sean principios antagónicos, sino términos
precisos de una relación moral, y consecuentemente
a ellos declara que aspira y labora con constancia para
que la JUSTICIA sea eterna reguladora en la vida del hombre
en sus relaciones con la sociedad.
3. La Francmasonería acata las instituciones legitimas
que existan y puedan existir en los países donde
trabaja... Declara que es tarea primordial a la que dedican
sus actividades, la de TRABAJAR POR LA PAZ DE LOS PUEBLOS.
4. La Francmasonería es un mundo de escogidos, de
obreros laboriosos del porvenir que marchan a la vanguardia
del progreso, que trabajan en la obra futura, que se adelantan
a su época, que sienten su frente iluminada por el
sol de otra edad de fraternidad y de civilización;
así, animados de sublimes esperanzas, congregados
por un sentimiento de amor honran al hermano que ha sido
buen obrero.
5. La Masonería es un código de dignidad.
En cada una de nuestras sesiones recibimos el óleo
santo característico que nos sirve de inspiración
y es motivo de lucha. El indigno no tiene cabida en nuestro
templos, porque la Masonería, que es sementera de
hombres libres, no puede tolerar su presencia.
6. El Gran Arquitecto del Universo, no es sino una fórmula,
casi un símbolo, casi una frase. Una idea para que
cada quien la aprovecha en la medida de su inteligencia,
de su concepción deista o puramente literaria o intuitiva:
y es por eso que no la definimos. Todo es así, idea,
un principio; para unos la Revolución; para otros
la Evolución; para todos, la Encarnación del
propio pensamiento de cada uno, sin forma ni figura; sin
culto ni adoración; sin amor ni temor; sin esperanza,
ni disolución.
¿PORQUE
SOY MASON?
Porque en el seno de la Francmasonería he aprendido
a ser bueno, leal y feliz. He descubierto la senda de amar
a Dios; pero no por el temporal castigo o el interés
a recibir el premio. Amarle sí, pero con la pureza
del desprendimiento y la abnegación de una vida limpia
de falsas teorías y vergonzosos fanatismos.
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