El Credo De Un Humanista
Hasta donde sé Erich Fromm no fue iniciado en la
Francmasonería. No obstante, por el fondo humanista
y la alta calidad del contenido de sus escritos, bien podríamos
considerarlo como tal. En efecto, para muchos Erich Fromm
constituye un ejemplo claro de un "Masón sin
Mandil".
Se dice que el libro más "personal" de
Erich Fromm es el titulado "Más allá
de las cadenas de la ilusión". Comienza con
un capítulo autobiográfico y termina con un
"Credo" que redactó en 1965 bajo el título
de "Some beliefs of man, in man, for man", en
el que resume, en una especie de profesión de fe,
su concepto del hombre y sus ideas sobre el dinamismo progresivo
o regresivo de los procesos humanos y sociales.
He aquí una síntesis de los conceptos más
importantes, que dejo a vuestra reflexión para que
juntos podamos analizarlos y eventualmente convertirlos
en parte de nuestro acervo de normas directrices en tanto
grupo que trabaja por y para la realización de los
principios humanistas universales.
· Creo que la unidad del hombre se debe a que el
hombre, a diferencia de otros seres vivientes, es la vida
consciente de sí misma. El hombre es consciente de
sí mismo, de su futuro que es la muerte, de su pequeñez,
de su impotencia. Es consciente del otro en cuanto otro.
El hombre está en la naturaleza y sometido a sus
leyes, aunque la trascienda con el pensamiento.
· Creo que el hombre es consecuencia de la evolución
natural; que ha nacido del conflicto de estar preso y separado
de la naturaleza y de la necesidad de hallar unidad y armonía
con ella. Este conflicto exige en el hombre la necesidad
de buscarle soluciones, que a su vez crean nuevos conflictos
que requieren nuevas soluciones.
· Creo que toda solución a estos conflictos
puede cumplir realmente la condición de ayudar al
hombre a superar el sentimiento de separación y a
lograr en cambio, un sentimiento de concordia, comunidad
y colaboración. En toda solución de sus conflictos,
el hombre tiene la posibilidad de escoger entre avanzar
o retroceder. Estas opciones, que se manifiestan en actos
precisos, son medios para rebajar o para desarrollar la
humanidad que llevamos dentro.
· Creo que la alternativa fundamental para el hombre
es la elección entre "Vida" o "Muerte",
entre creatividad y violencia, entre realidad y engaño,
entre objetividad e intolerancia, entre fraternidad con
independencia y dominio con sometimiento. Podemos atribuir
a la "Vida" el significado de continuo nacimiento
y constante desarrollo. Podemos atribuir a la "Muerte"
el significado de suspensión de desarrollo y continua
repetición.
· Creo que con la solución regresiva, el hombre
trata de encontrar la unidad librándose del insoportable
miedo a la soledad y a la incertidumbre, desfigurando lo
que lo hace humano y lo atormenta. La regresión del
hombre se desarrolla en tres manifestaciones, juntas o separadas:
1.
La "Necrofilia", que es el gusto por todo lo que
es violencia y destrucción; el deseo de dañar,
de matar, la adoración de la fuerza, la atracción
por la muerte, el suicidio y el sadismo, el deseo de transformar
lo orgánico en inorgánico sometiéndolo
al "Orden". El necrófilo por ser incapaz
de crear en su impotencia encuentra más fácil
destruir, porque para él solo una cualidad tiene
valor: la fuerza.
2. El "Narcisismo", entendido como la distorsión
del juicio racional hacia falta de interés auténtico
por el mundo exterior y un intenso apego a uno mismo, al
propio grupo, clan, religión, nación, etnia,
etc. Por lo general, la necesidad de satisfacción
narcisista deriva de la necesidad de compensar una pobreza
material y cultural.
3. La "Simbiosis Incestuosa", entendida en el
sentido freudiano de seguir ligado a la madre y sus equivalentes,
la estirpe, la familia, la tribu, la nación; a descargarse
el insoportable peso de la responsabilidad, de la libertad
y la conciencia, para ser protegido y amado en un estado
de seguridad dependiente, que el individuo paga con la anulación
de su propio desarrollo humano.
· Creo que escogiendo avanzar, el hombre puede encontrar
una nueva unidad mediante el pleno desarrollo de todas sus
energías humanas, que se muestran en tres orientaciones,
juntas o separadas:
1. La Biofilia;
2. El amor a la humanidad y a la naturaleza;
3. La independencia y la libertad.
· Creo que el Amor es la llave principal para abrir
las puertas al crecimiento del hombre. El Amor a lo demás
permite trabar relación con otros, sentirse uno con
otros, sin reducir el sentido de integridad e independencia.
El Amor es una orientación positiva, para la cual
es esencial que se hallen presentes al mismo tiempo, la
solicitud, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento
del objeto de unión. La experiencia del Amor, al
igual que la razón, es el acto más humano
y humanizador que le es dado gozar al hombre, y como ésta,
carece de sentido si se entiende de manera parcial.
· Creo que "Libertad" es la capacidad de
obedecer la voz de la razón y del conocimiento, en
contra de las voces de las pasiones irracionales. Emancipa
al hombre y lo pone en el camino de emplear sus facultades
racionales y de comprender objetivamente el mundo y el papel
que juega en él. La "Lucha por la Libertad"
debe significar hoy liberarnos individual y colectivamente
de la "Autoridad" a la que nos hemos sometido
"voluntariamente". De esas fuerzas que exigen
de manera expresa u oculta este sometimiento porque somos
incapaces de soportar la Libertad. Cada paso en la vida
del hombre que aumente su madurez, aumentará su capacidad
para elegir la alternativa liberadora.
· Creo que por su propia naturaleza, el hombre libre
no puede tomar la opción regresiva. El problema del
libre albedrío existe para el hombre de orientaciones
contrapuestas víctima de las contradicciones generadas
por deseos inconscientes y por justificaciones tranquilizadoras.
· Creo que nadie puede salvar a su prójimo
decidiendo por él. Únicamente podrá
ayudarlo señalándole las alternativas posibles,
con toda sinceridad y amor, sin sensiblería ni engaño
alguno. La conciencia intelectiva de las alternativas liberadoras
puede reavivar en un individuo sus energías ocultas
y ponerlo en el camino en el que escoja la "Vida"
en lugar de la "Muerte".
· Creo que la "Igualdad" se siente cuando
al descubrirse uno por completo, se reconoce igual a los
otros y se identifica con ellos. Todo individuo lleva a
la humanidad en su interior. La "Condición Humana"
es única e igual en todos los hombres, a pesar de
las inevitables diferencias de inteligencia, talento, estatura,
color, etc.. La Igualdad debe ser recordada siempre para
evitar que uno se convierta en instrumento de otro.
· Creo que la "Fraternidad" es el Amor
dirigido a nuestros semejantes. No obstante, se quedará
en palabra hueca mientras no se hayan eliminado todos los
lazos "Incestuosos" que impiden tratar y juzgar
objetivamente al "Hermano".
· Creo que el individuo no puede entablar estrecha
relación con su humanidad en tanto no se disponga
a trascender su sociedad y a reconocer de qué modo
ésta fomenta o estorba sus potecialidades humanas.
La sociedad ha chocado siempre con la humanidad, aún
teniendo una función a la vez estimulante e inhibitoria.
La sociedad no dejara de paralizar al hombre y promover
la dominación hasta que su fin se identifique con
el de la humanidad.
· Creo que podemos y debemos esperar una sociedad
cuerda que fomente la capacidad del hombre de amar a sus
semejantes, de trabajar y crear, de desarrollar su razón
y un sentido real de sí mismo basado en la experiencia
de su energía positiva.
· Creo que podemos y debemos esperar la recuperación
colectiva de una salud mental caracterizada por la capacidad
de amar y de crear, por la liberación de los "lazos
incestuosos" con el Clan y con la Tierra, por un sentido
de identidad basado en la experiencia que tiene de sí
mismo el individuo como sujeto y agente de sus facultades
y por la capacidad de influir en la realidad exterior e
interior a uno mismo, logrando el desarrollo de la objetividad
y de la razón.
· Creo que mientras parece que el mundo enloquece
y se deshumaniza, cada vez más individuos sentirán
la necesidad de asociarse y colaborar con quienes compartan
sus preocupaciones. Estos hombres y mujeres de buena voluntad
no sólo deben hacerse una interpretación humana
del mundo, sino que también deben señalar
el camino y trabajar por su posible transformación:
la interpretación sin voluntad de reforma es inútil;
la reforma sin previa interpretación es ciega.
· Creo posible la realización de un mundo
en el que el hombre pueda "Ser" mucho aunque "Tenga"
poco; un mundo en el que el móvil dominante de la
existencia no sea el consumo; un mundo en el que el ser
humano sea el fin primero y último; un mundo en el
que pueda encontrar la manera de dar un objeto su vida y
la fortaleza de vivir libre y desengañado.
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