FRATERNIDAD
El vocablo FRATERNIDAD, que recubre una unidad espacio-temporal,
ha sido utilizado por las corporaciones operativas de la
edad media, y se halla empleado también frecuentemente
en las Constituciones de Anderson. En la actualidad su Universalismo
atraviesa las fronteras y está presente en todo contexto
de "regularidad" en el mundo; por lo tanto, no
es un concepto exclusivo de la Francmasonería.
En el mundo profano, por ejemplo en Francia, la noción
de fraternidad se halla indisolublemente ligada a las de
libertad y de igualdad.
Los tres elementos se vinculan a la Revolución Francesa.
Pero ¿cuáles son actualmente las nociones
de fraternidad que subyacen en la Fracmasonería regular,
y qué peso se les reconoce?
La Fraternidad masónica no es por cierto una manifestación
innata, como podría serlo la hermandad generada por
el lazo familiar. Primeramente, ella refleja la aceptación
y el respeto de una regla que es la traducción y
la expresión de un lazo irrenunciable que liga a
los miembros de la Fracmasonería. Asimismo es uno
de los fundamentos y un precepto de comportamiento requerido
en el seno de la Francmasonería de tradición,
donde los miembros recibe el nombre de "Hermanos"
y son reconocidos y recibidos como tales.
El contexto masónico es uno de los escasos lugares
donde un hombre puede manifestar a otro, sin conocerlo y
sin haberlo visto antes, la expresión de un sentimiento
fraternal, únicamente por lo que él es, es
decir un Masón.
Después de haber realizado un compromiso formal,
libremente aceptado, es cuando el nuevo Masón descubre
inmediatamente su nueva "comunidad". Grande es
su sorpresa, pues ha habido transición, él
estaba en el exterior, y ahora se encuentra en el interior
entre hombres aun desconocidos, pero que le manifiestan
espontáneamente un gran calor fraternal. Probablemente
éste es el primer impacto emocional, que despiertan
en él sus cualidades de amabilidad, le hará
tomar conciencia de la dimensión de esta fraternidad
y le hará palpar plenamente, desde los primeros momentos,
la noción de pertenencia y los lazos que lo vinculan
a la Orden. El poderoso lazo fraternal que los une forma
parte de los misterios de esta iniciación común
a todos los masones.
La razón de esta acogida calurosa es simple, pues
cuando se le admite, el candidato es acogido como un potencial
elemento de esperanza de ver crecer la Orden dentro de una
nueva unidad.
En un estallido común de fraternidad, esta nueva
unidad se integra en simbiosis en el grupo, mirando en una
misma dirección, con una misma razón de ser
y una misma finalidad.
Además, el deseo que expresa de mostrarse digno de
tal recepción, genera en él una sinergia,
a lo cual el trabajo en Logia y expuesto a la confrontación
en todo momento, refuerzan los lazos de fraternidad que
se construyen.
En la vida profana nosotros podemos encontrar manifestaciones
de igual intensidad, pero ellas resultan en general de la
concurrencia de acontecimientos y de circunstancias que
se apoyan en lo afectivo. Ellas revelan actos guiados por
nobles sentimientos tales como la amistad o la pasión
(ver el amor en el sentido general del término) que
uno puede tener, por ejemplo, para un pueblo o para una
cultura. A veces ellas tienen un impacto en seguida sobre
la noción de deber y de ética hacia los demás.
La Fraternidad Masónica revela un proceso inverso,
porque ella es primeramente la manifestación de un
acto deliberado. Ser fraternal es una marca voluntaria,
es primeramente un principio que es respetado y que se transforma
progresivamente e una segunda naturaleza o la noción
de deber se afianza para dejar lugar a continuación
a cualidades de cordialidad que harán nacer lazos
afectivos muy intensos.
Cada vez es una alegría y una revelación de
esta fraternidad "reconocer" a un hermano encontrado
fortuitamente, por primera vez, en un entorno inesperado,
y a menudo lejos de nuestro contexto familiar o masónico.
Si la fraternidad es el principal lazo de la Francmasonería,
ella es igualmente el elemento impulsor que "impacta"
nuestro comportamiento, que esto esté en nuestro
contexto asociativo o en nuestra vida diaria.
¿En qué se traduce la fraternidad masónica?
Primeramente en la alegría de encontrarse, pero también
en la expresión de cualidades gentiles, es decir,
de ser bienvenido y escuchar al otro.
Esto está implícito: es la asistencia fraternal
por naturaleza. ¿Qué es lo que caracteriza
su universalismo? Es la expresión de nuestro "saber
ser", que rechazando los prejuicios y la intolerancia
se expresa por un reconocimiento y una acogida del "otro",
haciendo abstracción de sus condiciones espirituales,
culturales y sociales, pues en verdad lo que es importante,
es que simplemente sea un Hermano.
Apoyándose en nuestro trabajos efectuados en honor
al Gran Arquitecto del Universo, los límites externos
de nuestra comunidad iniciática están llamados
a ser escuchados en una gran fraternidad de hombres libres,
pues a través de la expresión de las condiciones
de cordialidad que ella implica, constituye el fundamento
que estructura el edificio masónico y uno de los
elementos que constituyen las bases en las cuales descansa
la Orden.
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