EL NIVEL Y LA PLOMADA
El
nivel y la plomada ocupan un lugar eminente en el momento
de ponerse "manos a la obra" y de levantar los
cimientos de la labor constructiva. Con el nivel se comprueba
que la base del edificio esté completamente plana,
evitando así que puedan existir desniveles y deformidades
en el terreno. Se trata de que la obra se alce con su base
perfectamente horizontal, y todas sus partes niveladas entre
sí, ya que cualquier descuido en este sentido acabaría,
tarde o temprano, con el derrumbamiento de toda la edificación.
A su vez, la plomada desempeña un papel fundamental,
pues gracias a ella el edificio se eleva vertical y perpendicularmente.
De esta forma, nivel y plomada se relacionan con la horizontal
(energía pasiva) y con la vertical (energía
activa), y todo lo que ya se ha dicho de ambos símbolos
puede ser aplicado a las enseñanzas que derivan de
estos dos instrumentos. La unión del nivel y la plomada
configura por ello el símbolo de la cruz, que resulta
del entrecruzamiento de un eje vertical y otro horizontal,
los cuales durante la construcción del edificio van
creando la estructura del mismo.
En el templo universal que es el cosmos visible, el extremo
superior del eje de la plomada "cósmica"
está situado en la estrella polar (el cenit del Mundo),
desde la que efectivamente desciende un eje imaginario -pero
no menos real- alrededor del cual gira todo el universo.
En el templo propiamente dicho esa plomada es el eje perpendicular
(representado o no visiblemente) que cae de la extremidad
de la "clave de bóveda" hasta el centro
del rectángulo de la nave donde está situado
el Altar o Ara, la "piedra fundamental". Es pues
la plomada un símbolo del "Eje del Mundo",
aquél que, sostenido por la mano del Arquitecto constructor,
atraviesa los tres mundos, el Cielo, la Tierra y el Infierno,
o Inframundo. En el microcosmos sutil del hombre también
existe un eje vertical (llamado sushumnâ en la tradición
hindú) que atraviesa los diversos estados de conciencia
(simbolizados por los chakras o "ruedas"), desde
el inferior, situado simbólicamente en la base de
la columna vertebral, hasta el superior, localizado en la
"coronilla" o clave de bóveda craneana.
Esto está estrechamente relacionado con el proceso
mismo del Conocimiento y la Iniciación, pues ésta
trata, como ya sabemos, de un despertar paulatino de esos
estados de conciencia, análogos a los del Ser Universal.
La plomada representa aquí el símbolo de la
búsqueda de la Verdad que penetra hasta las profundidades
más recónditas de nuestro ser, con la ayuda
naturalmente de ese nivel interno que nos obliga a una total
sumisión a la Voluntad Superior que aflora en nosotros,
y sin la cual todo intento de búsqueda espiritual
es una quimera. "Si el Eterno no edifica la casa en
vano trabajan los que la construyen". O bien, recordando
la fórmula hermético-alquímica V.I.T.R.I.O.L.,
"Visita el Interior de la Tierra (de ti mismo) y Rectificando
Encontrarás la Piedra Oculta".
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