La Propagación De La Masonería
Tiempo
después de la formación de la Gran Logia de
Londres, el Segundo Gran Maestro, George Payne, reunió
varios manuscritos sobre la Masonería, incluyendo
copias sobre los Antiguos Cargos.
En 1720 se resolvió publicar el "Libro de las
Constituciones" y en este tiempo se afirmó que
un número valioso de viejos manuscritos fue quemado
por escrupulosos hermanos, en vez de dejarlos en manos de
elementos opositores de la Orden conocidos como "modernos".
Se afirma que la copia del Indigo Jones de los Cargos Antiguos
se ha perdido en este punto.
En ese mismo año (1720), se acordó que en
el futuro, el Nuevo Gran Maestro sea nombrado ante una reunión
anual y que cada Gran Maestro, una vez instalado tendría
el único poder de nombrar a sus asistentes y guardias.
En 1724, el entonces Gran Maestro, Duque de Richmond, creó
el Primer Comité de Caridad, para generar fondos
de ayuda a masones necesitados.
Esto pareció ser la primera muestra registrada como
una Organización Masónica de Caridad, lo cual
es muy importante para la Masonería moderna.
En enero de 1723, solo después de nueve meses en
su cargo, el Duque de Montesco renunció a su posición
de Gran Maestro, esto en apoyo al Duque de Wharton, el cual
estaba muy entusiasmado en ser Gran Maestro, tratando inclusive
de ser electo como tal en una reunión irregular de
Masones.
Desde ese entonces la sucesión regular de Lores del
Reino ha sido establecida y esto continuaría.
Las clases de hombres comunes que han sido tempranamente
Grandes Maestros, nunca volverían a ocupar ese puesto,
ni tampoco la posición de Asistente de Gran Maestro.
Nobles de un rango más bajo pasaron a ocupar ese
puesto, cargando con el trabajo administrativo del Gran
Maestro.
La creciente organización necesitaba centros secundarios
de administración y en 1727 las Oficinas de Grandes
Maestros de Provincia fueron creadas para asistir y procurar
el fiel cumplimiento de las decisiones de la Institución
que se había extendido demasiado.
El 10 de mayo de 1727, Hugh Warburton fue instalado como
el Primer Gran Maestro Provincial.
Esta Provincia se encontraba en Gales del Norte y el 24
de junio de 1727, Sir Edward Mansell fue instalado como
Gran Maestro Provincial de Gales del Sur.
Asimismo, en ese mismo año, la primera autorización
para la apertura de una Logia fuera de Inglaterra fue emitida
para Gibraltar, seguida no mucho después por la autorización
de apertura de una Logia en la Calle de San Bernardo en
Madrid.
La Masonería se esparcía como un incendio
descontrolado y en 1728 la Gran Logia de Londres comenzó
a estabilizarse en el futuro Imperio Británico, otorgándose
una delegación a George Pomfret para instalar una
Logia en la ciudad de Bengala.
El alcance del control provincial de la Orden había
aumentado con el nombramiento provincial de Grandes Maestros
para Baja Sajonia, Nueva Jersey en América del Norte
y en Bengala.
En 1730, el primer príncipe de sangre real fue iniciado,
Francis, Duque de Lorraine al mismo tiempo el Gran Duque
de Toscana, quien más tarde se convertiría
en Emperador de Alemania, fue iniciado por el Conde de Chesterfield
en una Logia especialmente reunida en La Haya.
El Duque recibió sus dos primeros grados de masón,
siendo más tarde ascendido al tercer grado en la
casa de Sir Robert Walpole, presidiendo esta ceremonia el
Conde de Chesterfield.
El mismo año, el alcance de la Masonería extranjera
era por mucho más desarrollada por la cesión
de delegaciones para formar Logias en Francia, Rusia, España
y Flandes.
Para ese entonces, la Orden se estaba convirtiendo rápidamente
en un club de estilo para la nobleza y en 1730, organizaron
la primera reunión de la Jurisdicción de Londres
en Hampstead el 24 de junio.
Para 1733, ya existían cincuenta y tres Logias representadas
en la Comunicación Anual de la Gran Logia, por lo
que el alcance y la influencia de la Gran Logia de Londres
iba creciendo.
En esta reunión de 1733, varios nuevos reglamentos
fueron confirmados sobre el Comité de Caridad, incluyendo
el derecho a oír sus propias quejas antes que las
mismas fueran llevadas ante la Gran Logia.
Por otro lado una colección de fondos fue tomada
para ser distribuida entre los masones en peligro y angustiados,
estimulándolos a fundar una nueva colonia en Georgia.
Ese año, fueron concedidas delegaciones para la apertura
de Logias en Hamburgo y Holanda. En 1738, el entonces Gran
Secretario James Anderson publicó el Libro de Las
Constituciones, trabajo sobre la historia de la Orden que
dio pie a que algunos autores le atribuyesen la creación
de la Orden Masónica.
Durante ese tiempo, las regulaciones fueron introducidas
de tal manera de que si alguna Logia no se reunía
por más de doce meses, sería borrada de la
lista y perdería su antigüedad.
Igualmente se había acordado que todos los futuros
Grandes Maestros serían electos directamente por
la Logia de Gran Steward, alentando a los caballeros a servir
en el puesto, mientras las resoluciones estuviesen siendo
adoptadas acerca de las reuniones ilegales de masones; esto
quitó el derecho democrático de los hermanos
a elegir a quien sería apropiado para regirlos y
guiarlos.
El territorio de la Gran Logia de York comenzó a
inmiscuirse en los asuntos de las Logias de Lancanshire,
Durham y Nortmunberiand, lo que produjo un rompimiento en
las relaciones entre ellos.
Ya en ese periodo, las autorizaciones eran emitidas para
la apertura de Logias en Francia, Lisboa, en Georgia, América
del Sur y Africa Occidental.
Los Grandes Maestros Provinciales habían sido designados
para Nueva Inglaterra, Carolina del Sur y África.
Durante el año 1737, el Dr Dasaguliers había
iniciado a Federico, Príncipe de Gales, en una Logia
convocada para ese efecto en Kem, elevándolo al segundo
grado y posteriormente al sublime grado de Maestro Masón.
En la comunicación de la Gran Logia, sesenta Logias
estaban representadas y los Grandes Maestros Provinciales
fueron designados a Montserrat, Génova, las costas
de África y las islas de América.
En 1738, dos Provincias lejanas tomaron vida: Las Islas
del Caribe y la Provincia de Yorkshire. West Riding que
hasta ese entonces era consideraba como otra invasión
en los derechos de la Gran Logia de York, ensanchando aún
más la ruptura original entre las dos Grandes Logias
y produjo un total quebrantamiento en las relaciones.
El 15 de agosto de 1738, la Logia Escocesa consiguió
una gran victoria en la búsqueda de precedencia dentro
de las grandes logias al iniciar a Federico el Grande de
Prusia en una Logia de Brunswick preparada especialmente
para el efecto.
Federico entonces se marchó rumbo a Berlín
para levantar una Gran Logia, bajo la Constitución
Escocesa.
R.F.T.A.
Ap.·.M.·.
|