El
infinitivo proviene del término latino "informare" que significa
poner en forma. Rescatar las piezas de una realidad para que luego
del proceso de ascimilación, reflexión y exposición
la historia se asemeje en mayor forma a la verdad que se busca y
que se anhela. En este camino de buscar la verdad es evidente
que las limitaciones culturales, las bajezas morales y por sobre todo la
ausencia de un sentido de servicio hacia la sociedad son factores que conspiran
para que las piezas sean puestas de tal manera que la forma de la información
resulte un mosaico realisrta y armónico.
Los tiempos que vivimos de angustia, resentimientos y urgencias parecen no ser los ideales para que la información desprovista de ideolgías y de pasiones se imponga sobre la tentación de ejercer poder a travez de los medios de comunicación y que en su camino se mienta, se distorcione o oculte. La manipulación que implica exponer un hecho al manoseo para darle la forma que uno quiere se contrapone al objeto mismo de informar. Es la enemiga del orden, la armonia y claridad En la manipulación se alteran los elementos alguna vez, y como resultado de la ignorancia en otros. En el primero de los casos se confunde el sentido de la prensa con el poder y no con el de servicio; y en su camino se ejerce un rol distorcionador contrario a la misión informar. En cualquiera de ambos casos, la manipulación inconciente se constituye en una enemiga de la libertad y en su camino convierte el sentido del periodismo y de la expresión. En este segundo número de EL REPORTERO-Magazine incluimos el tema porque lo consideramos de trascendencia y de permanente actualidad. Huir de las tentaciones manipuladoras y hacerlo con inteligencia, principios y compromiso e suna forma de afianzar la demicracia y su libertad de prensa. |
Manipulación
o acción y efecto de manipular.
Por lo general son palabras utilizadas para intentar explicar que alguien ha tomado algo entre las manos y le ha dado vueltas sin encontrar una utilidad, como el caso de una pistola en las manos de un niño, por ejemplo. En el peor de los casos el
arma termina por dispararse y matar al niño. En el mejor,
no ha pasado de ser un objeto peligroso en las manos de alguien inexperto.
¿Qué diferencia existe entre un arma, y una información o una palabra cuando es un inexperto el que la maneja? La mercatilización del periodismo y la "necesidad" de abaratar costos mediante la contratación de personas inexpertas, ha llevado a dejar en manos de "comunicadores" sin preparación ni experiencia, el tratamiento de informaciones cuya buena administración es escencial para la armónica convivencia de nuestras instituciones, como es el caso de las noticias referentes a los poderes de estado, por ejemplo. Si hablamos de manipulación partiendo desde la base de la buena fé del comunicador, al poner en sus manos una información política, por ejemplo, podriamos llegar a la conclusión de que el sujeto inexperto manipulará tarde o temprano, por falta de pericia manejarla. Pero si partimos del dolo o la maldad del comunicador, al poner en sus manos esa misma información política.podemos concluir que esta persona la utilizará para obtener algún crédito. Entonces habremos trnscedido la manipulación de un ARMA, para describirnos a la creencia de que dicha ARMA ha sido utilizada por un perito y ha logrado ACERTAR SU OBJETIVO. En dicho caso no ha habido manipulación sino UTILIZACION DE LA INFORMACION PARA BENEFICIO PROPIO O DE TERCEROS. Poe ende, solo existe manipulación de la información cuando un comunicador o un intermediario maltrata, maniobra o mal utiliza una información inconscientemente. Sin embargo si un perito de las comunicaciones MANIPULA (UTILIZA) UNA INFORMACION CON UNA INFORMACION PARA BENEFICIO PROPIO, O SEA ESTA LUCRANDO. Como conclusión deseamos explicar nuestra opinión de que SÓLO PUEDE MANIPULAR UNA INFORMACION UN INEXPERTO, PORQUE EL EXPERTO ABUSA DE LA INFORMACION PARA SU BENEFICIO. Finalmente y para evitar la manipulación o el abuso de las informaciones, deseamos proponer una mayor cualificación, capacitación y concientización de los comunicadores paraguayos, para que, conscientes de su poder de manipular o de abusar de LAS ARMAS DE LA COMUNICACION, traten con mayor cuidado las informaciones a fin de no herir a nadie, y menos aún, herirse a si mismo o al mismo gremio. Si el comunicador es un arquitecto de la información, un ingeniero de la comunicación y un escribano del pueblo, poruqé no exigirles cada vez una mayor capacitación y una jurisdiccionalidad determinante, a fin de que no se conviertan en manipuladores forzados por una sociedad mediocre que solo consume información con esas características. |
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