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.. ¿Época de cambios o cambio de época? . El tercer Milenio está casi al alcance de la mano. Para algunos será lo mismo que ahora, aunque los cambios aumenten vertiginosamente. Afirman ellos, juntamente con el Neoliberalismo, que hemos llegado al final de la Historia y que en adelante todo será igual. Para otros, entre los que quiero encontrarme, será lo que venga algo cualitativamente distinto, porque la Historia volverá a comenzar. ¿Quién tiene la razón? Nuestro deber ahora es comprometernos con el Tercero que va a comenzar. Francisco
de Paula Oliva, s.j.
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“Época
de cambios” significa que los fundamentos, las estructuras y sistemas permanecen.
Pero, también, que por doquier afloran y brotan, como en una primavera,
creaciones, inventos y cambios multiformes, cuantitativos y cualitativos.
Con ellos el horizonte vital se amplia, alargándose o encogiéndose.
Podemos ya ir a la Luna, pero la Tierra se nos ha convertido en una aldea
global. Con la “oficina virtual” se rompe la cadena de producción.
Vivimos más cómodamente, pero su coste es hacer desaparecer
anualmente 14 millones de hectáreas de bosques. Cambios profundos
que acaban influyendo en la misma naturaleza del ser humano.
Lo anteriormente dicho sobre la Época de cambios se podría comparar a la casa de una familia que se fuera remodelando constantemente. Donde todo se cambiara, por lo menos de lugar: piezas, muebles, adornos, luces, alfombras... Y que cambiara tanto que de aquella casa hubiera nacido algo cualitativamente nuevo. Por ejemplo, un hipódromo. Podemos explicarnos el gran susto que nos daríamos si una noche al volver a “casa” la encontráramos convertida en ... un parque donde corren los caballos. Se habría dado entonces un Cambio de Época. . |
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.El peligro de equivocarse | |
En una Época
de cambios éstos pueden darse de muchas maneras. No dándonos
cuenta de lo que se cambia. También oponiéndonos sistemáticamente
a lo nuevo. O simplemente dejándonos llevar acríticamente
por la corriente cambiante. Esto último es una manera corriente
de tirar la toalla, dejando que las cosas se arreglen por sí solas,
lo cual no suele suceder. Finalmente otro modo de equivocarnos es dedicarnos
a poner “parches”, inclusive alegrándonos de haber puesto algunos.
En el Cambio de Época la equivocación se reduce a una: no ser capaces de dar la respuesta porque ni siquiera conocimos la pregunta. Y este fallo, tan simple y tan profundo es el que más me aterra. En él nos estamos jugando sencillamente el llegar tarde por muchos años. . |
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.Trabajemos una sospecha | |
Es la más
difícil de enfrentar, pero también la más extendida
y la que tiene más arrastre: el tercer Milenio será un Cambio
de época.
Si así fuera, ¿cuál debiera de ser ahora ya nuestra actitud frente a él? . |
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.Confesamos nuestra ignorancia | |
Lo primero que
se me ocurre es declararnos públicamente ignorantes frente a lo
que va a venir. Y no porque el modo de ser del Tercer Milenio vaya a irrumpir
tan bruscamente que no se nos dé tiempo para sospecharlo. El Tercer
Milenio hunde sus raíces en los cambios del Segundo. Ya los conocemos,
pero la nueva síntesis superior a la que dan lugar, nos es dramáticamente
desconocida.
Confesión de ignorancia que nos obliga a una actitud esencial. Hemos de fomentar una apertura total a todo lo que se nos vaya presentando, sin atarnos a prejuicios, ideologías o hábitos, pero también sabiendo distinguir “el oro del oropel”. Hemos de ser hombres y mujeres profundamente críticos, porque el Tercer Milenio no nos soportará con nuestras anteojeras. . |
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.La tentación del miedo | |
Intelectualmente
podemos estar muy abiertos, pero puede ser que entonces no tiemble el corazón
y es que hasta ahora, y a pesar de los cambios, siempre teníamos
con nosotros una seguridad fundamental: nos sabíamos, para usar
el ejemplo anterior, en una casa de familia. Ahora, sobre todo a los comienzos,
no vamos a saber ni en dónde estamos.
Así será el tercer Milenio para nosotros. Y en el mejor de los casos vamos a temer no saber encajar en él nuestros valores más queridos: la fe, nuestra patria, la profesión o la educación de los hijos. Porque una nueva época al galope desenfrenado de las nuevas tecnologías, ¿hasta dónde nos llevará? Les confieso que este temor puede ser tan grande que pueda no solamente frenamos sino inclusive paralizarnos. Pero, o se domina, o quedamos anclados para siempre y la Historia se alejará de nosotros. Para vencerlo no veo otra fórmula que la que se va imponiendo paulatinamente. Hasta hace poco hubo una vuelta a la espiritualidad por el vacío que sentíamos en la vida. Ahora el desconcierto ante lo desconocido nos va a conducir hasta algo o alguien más profundo: el mismo Dios. Y no como una huida, sino como una búsqueda de la plenitud que estamos ansiando. . |
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.La mundialización es buena | |
Abiertos y dominando
el miedo, todavía somos demasiado pequeños para impulsar
la Utopía, una época tan desconocida para nosotros como el
Tercer Milenio. Por eso hemos de acudir a la Mundialización, que
significa para nosotros la unión y convergencia de todos los seres
humanos, a despecho de las distancias y diversidades raciales, religiosas,
culturales o económicas. Mundialización significa un nuevo
tipo de hombre y de mujer, que siente en profundidad que le falta algo
cuando se separa del resto de sus semejantes. Lo mismo, con otras palabras:
nunca como ahora vamos a tener que unirnos todos, absolutamente todos,
para resolver nuestros problemas. . |
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.Nada o tal vez demasiado | |
Al llegar a
este punto a algunos les parecerá que nada dije sobre el Tercer
Milenio.
Personalmente tengo la impresión de haber dicho demasiado. Me decidí por la hipótesis, contraria al pensamiento de otros, de que el Tercer Milenio será un Cambio de Época. Por supuesto que no tendrá que comenzar cronológicamente con exactitud el 1º de enero del 2000. Afluirá paulatinamente en los mil campos de la vida. Inclusive me animé a dar tres consejos: seamos abiertos, perdamos el miedo y unámonos para acertar. Y, ojalá desarrollemos desde ya una “simpatía” hacia lo que próximamente va a venir. Y esto encerraría algo muy positivo: la nueva Época del Tercer Milenio será como queramos que sea, si realmente lo queremos. En el Cambio de Época la equivocación se reduce a una: no ser capaces de dar la respuesta porque ni siquiera conocimos la pregunta. Mundialización significa un nuevo tipo de hombre y de mujer, que siente en profundidad que le falta algo cuando se separa del resto de sus semejantes. |
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