A un año de los sucesos de marzo que cobró 9 vidas, parece
que en el plano político no ha cambiado nada, ya que las campañas
políticas siguen siendo iguales o peores que las anteriores; en
el plano social la situación ha empeorado en vez de arreglarse,
económicamente el país es un desastre, la inestabilidad y
la inseguridad sigue empeorando.
Muchas personas afirman que todo ha sido en vano, que el sacrificio de
muchos y el martirio, de los siete jóvenes especialmente, no ha
servido para nada y lo único que originó fue un cambio de
personas dentro del gobierno o la vuelta del stronismo al poder y que nada
ha cambiado dentro del país.
La participación misma de los jóvenes en las actividades
políticas parece disiparse, ya que el movimiento “los jóvenes
por la democracia” que tanta relevancia tuvo antes de los sucesos de marzo
prácticamente desapareció del ambiente político. Parece
ser que definitivamente los jóvenes decidieron abandonar la actividad
política; pero, por suerte, es sólo una apreciación
o apariencia ya que existen jóvenes que continúan su participación
dentro de la política solamente que de manera diferente y nueva.
Parlamento
Joven
Es el movimiento que aglutina a la mayor cantidad de jóvenes de
casi todos los rincones del país. Lo que en principio era sólo
de Asunción ahora se trasladó a cada departamento. En la
plenaria que se realizó en enero del año pasado habían
dejado bien claro su postura de rechazo a todo lo que esté fuera
del marco jurídico y la búsqueda de una nueva manera de realizar
la política. En este sentido parece que han encontrado un camino
que se expresa en las condiciones para ser parlamentario, tener representatividad,
activar dentro de su comunidad, asistir a las jornadas de capacitación,
etc.
El joven parlamentario tiene representatividad que le viene su comunidad,
porque uno de los requisitos para poder integrar el Parlamento es tener
cien firmas de respaldo. De esta manera la actividad política de
estos jóvenes se puede notar dentro de su misma comunidad a la que
representa; en ellas son conocidos y todas las personas saben quienes son
y a qué se dedican y cuáles son sus intenciones.
Ellos reciben una formación política nueva, se les prepara
para un trabajo de base; cada joven que quiera ser parlamentario tiene
una experiencia de trabajo con su comunidad, asisten a una formación
académica que le da elementos para leer su realidad y buscar cómo
paliar las situaciones de pobreza, juntamente con las autoridades municipales.
Realizan investigaciones de un aspecto de la realidad nacional o del lugar
donde vive. Según los mismos formadores, las investigaciones demuestran
que son jóvenes que conocen la realidad particular de su comunidad.
A esto agregan el conocimiento de la realidad global del país con
lo que cada trabajo es una análisis global y exhaustivo de la realidad
en que viven.
Es admirable ver cómo estos jóvenes que, a la par que se
van formando, van buscando alternativas políticas para su comunidad.
Ejemplo claro es el de los jóvenes de la ciudad de Fassardi, departamento
de Guairá, que tiene su propio parlamento joven, que trabaja con
la Municipalidad de la ciudad.
Lo más interesante de estos jóvenes es el enfoque que le
dan a la política. Son conscientes de que la política es
un medio para poder sacar al país del atraso y la miseria. Y por
esta razón se van formando, de modo que, cuando llegue el momento,
ellos puedan buscar salidas a los distintos problemas que tiene el país.
El
Encuentro Nacional de Jóvenes en Ayolas Paralelamente al Parlamento
joven, se realizó durante los primeros días de enero el Encuentro
Nacional de jóvenes Católicos en Ayolas. Nuevamente en este
encuentro sonaron las voces de protesta por la desidia del gobierno en
resolver los problemas sociales.
Pidieron a las autoridades que se preocupen por la situación social
y dejen de lado las cuestiones políticas. En todas las conclusiones
aparece un llamado a las autoridades a volver a las bases para observar
la situación del país y buscar una solución al problema.
Era evidente el rechazo al sistema político partidario, es decir,
a la manera como son manejados los partidos políticos. Por ello
pidieron buscar una nueva manera de hacer política.
Es evidente que los jóvenes están queriendo otro tipo de
liderazgo, acompañado con una nueva manera de realizar política.
Con esto queda claro que existe una suerte de despertar político
dentro de los jóvenes con mayor formación, tal vez producto
de los sucesos del marzo paraguayo; cada vez van teniendo más conciencia
de la realidad global del país y se dan cuenta que ellos son un
factor preponderante en la hora de realizar los cambios sociales que hacen
falta.
Conclusión
Como se puede notar, los jóvenes, por lo menos unos cuantos, no
están en la "farra total" sino que están en una búsqueda
de nuevas formas de hacer política. Lo más claro que tienen
es la forma como no la quieren hacer. Dicho de otra manera, tal como está
planteada la política no les interesa. Es evidente que tienen bien
presente lo sucedido en el marzo paraguayo en donde fueron los jóvenes
quienes defendieron la institucionalidad de país.
Creo que dentro de algunos años va a haber unos nuevos hombres que
van a ir transformando poco a poco, no sólo la manera de realizar
política sino el mismo ser político: se está gestando,
y dentro de algunos años va a nacer, un nuevo político. Sólo
es cuestión de esperar a que los jóvenes que ahora se está
formando vayan ganando los espacios de poder dentro del esquema político.
Tarde o temprano los viejos políticos van a ir desapareciendo y
estos jóvenes van a ocupar los cargos de gobierno, tanto departamentales
como nacionales. Existe una conciencia de parte de los jóvenes que
tienen que buscar una nueva manera de hacer política, ya que el
que tenemos está desgastado y no da más.
Entre los jóvenes se va creando cada vez más una consciencia
y práctica de valores democráticos como ser la tolerancia,
la capacidad de diálogo y las negociaciones, buscando el bien de
la comunidad. En este sentido, lo parlamentarios jóvenes tienen
que estar constantemente negociando con las autoridades municipales para
realizar actividades y obras tendientes al mejoramiento de la comunidad
en que viven.
Lo
que más rechazan es el autoritarismo en todos sus sentidos, por
eso su resistencia a cualquier signo que lo haga notar; los jóvenes
buscan otro tipo de relacionamiento mucho más democrático
y participativo. En este sentido creo que la sociedad les debe mucho ya
que en ella prácticamente se imponen se imponen todas las decisiones
y lo que menos se realiza es el diálogo.
El compromiso que tiene toda la sociedad es ir creando espacios de participación
y formación en donde los jóvenes puedan ir ganando experiencias
y a la vez ejercitándose en la tarea de servir a la comunidad.
Lo más peligroso es que se contaminen de la manera actual de hacer
política de modo que, cuando tengan acceso a cargos de importancia,
actúen de la misma manera que sus antecesores políticos.
Para evitar esto, tanto los formadores como la sociedad misma o las personas
que realmente quieren un nuevo país, tienen que buscar y crear mecanismos
y espacios donde estos jóvenes puedan crecer, ser fieles a los ideales
que les mueven y para que puedan profundizar en sus ideales en busca del
bienestar general del país.
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