. ...SUEÑO DE MARZO Pa'i
Alberto Luna, SJ. |
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Mamá no me despiertes en marzo. No quiero ir a la plaza, tengo miedo de oír los discursos de los que escribieron mentiras en las paredes blancas con la sangre de mis hermanos. No escuché tus razones cuando no querías dejarme ir a la plaza, cuando había noticias de heridos y amenazas de masacre. Yo no me detuve ante tus miedos y corrí delante de los caballos de la policía, me mojé ante los carros hidrantes, junté piedras en las barricadas, llevé agua al frente de batalla, ayudé a cargar a los muchachos heridos, tragué el humo sofocante de las bombas y de los gases lacrimógenos, sentí zumbar las balas, grité como loco la huida de los asesinos, canté Patria querida con el corazón en la garganta y lloré como un niño la muerte de mis compañeros. Pero ahora mamá quiero dormir y soñar, ver a Miki, Manfred, Armando a Víctor, Henry y Cristóbal, corriendo sin camisa mojados y sudorosos, quiero ver a mis héroes como llamas de coraje incandescente desafiando a la tormenta, como cometas abriéndose paso entre las tinieblas desplegando su estela luminosa. No quiero que me despiertes para cruzar la plaza y solo persignarme ante cruces vacías, me duele la herida de marzo, todavía me desangro por ella y no tendré cara para ver esa esquina nuevamente sin morir de vergüenza de lo que hicieron con su sangre. Dejame soñar, mamá, no insistas por compasión. Quiero morir todo este marzo, adentrarme en la pesadilla del viernes de dolores en nuestra vida desgarrada, tal vez así pueda resucitar el Domingo de Pascua con una palma en la mano y sueños nuevos en el pecho. Quiero soñarte nueva, mamá, madre patria, Matria. Pa’i
Alberto Luna, SJ.
Paraguarí, febrero del 2000. |