. ...Educación Paraguaya Hoy: Algunas Bases Para la Esperanza La situación real y las dificultades que atraviesa el sistema educativo paraguayo pueden generar en nosotros sentimientos de desazón y desesperanza. Sin embargo, entre luces y sombras, encontramos en nuestro sistema educativo elementos esperanzadores, semillas para construir más eficazmente la sociedad que anhelamos. Melquiades Alonso |
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Al
analizar la situación del sistema educativo paraguayo suelen surgir
señales de desazón ante las dificultades que se manifiestan.
No cubre la población en edad de estudiar. No es eficiente. No capacita
para estudios superiores. No capacita para el trabajo. No ayuda a la formación
integral de la personalidad de las nuevas generaciones. No forma para una
vida mejor. No es equitativo; aumenta y legitima las diferencias que se
deben a situaciones de injusticia social. A ello se suma la improvisación, como en la irracional proliferación de institutos privados de formación docente que funcionan sin formadores de docentes adecuadamente capacitados, con una calidad de docentes egresados -salvo excepciones- muy baja. Junto a ello la concepción de “darwinismo social” donde se sacraliza la competencia y se sueña que con de la cantidad surgirá la calidad al poder seleccionar para la docencia a “los más aptos” (en realidad será a “los menos malos”). Un Ministerio de Educación que no acaba de reformarse, -aún espera el proyecto de Ley Orgánica-, mientras se sueña con el “remedio” en una pretendida descentralización que, sin contar con las bases necesarias, puede ser peor que la enfermedad. Sin embargo, entre luces y sombras, se encuentran elementos, semillas de un sistema educativo más eficaz para construir una sociedad mejor. Nos falta un diseño entusiasmante que los aglutine y complemente para que dentro de un proyecto de renovación profunda, con fuerte participación social, se dé respuesta a las necesidades de nuestras nuevas generaciones en el marco de la construcción de un país más justo. Entre esos elementos esperanzadores podríamos citar: · La toma de conciencia en la sociedad –particularmente los sectores populares organizados- sobre la importancia de una educación adecuada para cambiar el país. No porque con educación se cambiará automáticamente, sino porque para querer y ser capaces de construir esa nueva sociedad, la educación es imprescindible. · El interés de padres y jóvenes por una educación para una vida mejor. · El reconocimiento del propio MEC de la situación existente en el campo de la educación: “El sistema educativo se caracteriza por su bajo índice de cobertura y problemas de calidad y equidad en sus diferentes niveles, con escasa diversificación de la oferta educativa y el poco perfeccionamiento docente (un tercio de los cargos son ocupados por personas sin formación docente). Se observan tasas de repitencia y deserción relativamente altas y bajas tasas de matriculación, retención y rendimiento general. El analfabetismo funcional y el bajo nivel educativo de un gran número de adultos es grave. Más de la mitad de jefes y jefas de hogar del área urbana carecen de instrucción y un tercio solamente tiene educación primaria. Es notoria la inequidad que afecta a instituciones rurales: escuelas y colegios incompletos; acceso escolar tardío; bajo rendimiento; reducida absorción y egreso en la educación media; déficits en infraestructura edilicia, equipamiento y material educativo. La Reforma Educativa no se ha consolidado aún y deberá incluir en el proceso a la educación media y superior. Es escasa la contribución del sistema educativo a la consolidación de la cultura nacional, la preservación del patrimonio histórico y natural y el desarrollo de los valores democráticos”. (Programa de Gobierno: Educación y Cultura) · El nuevo currículum con una visión -por lo menos en los papeles- diferente de la tradicional instrucción; apuntando ahora a la construcción de capacidades (constructivismo social); y la inclusión de áreas significativas como las de Tecnología y Trabajo y Formación Ética y Ciudadana. · El contar con textos para la educación básica y un sistema de acceso a los textos gratuitos para todos los alumnos de escuelas oficiales · Una creciente nueva postura participativa ante la educación que se traduce, a veces, en la lucha de padres y educadores, -generalmente a través de denuncias, pero otras yendo más allá de ellas-, ante irregularidades de parte de directores y de funcionarios y directivos del MEC, como en el caso de los concursos poco transparentes o de nombramientos digitados sin concurso. Asimismo, la conformación de comisiones de padres que luchan contra el prebendarismo y la sumisión y pretenden participar de manera cada vez más autónoma. El que los padres prosigan con las construcciones escolares con su aporte en materiales y trabajo. Y el que las madres aporten diariamente su trabajo voluntario en la preparación de la leche y otros alimentos para que los niños en muchas escuelas tengan merienda escolar · La conciencia en algunos gremios de docentes de que ya no se puede seguir simplemente luchando por reivindicaciones salariales, sino trabajar por la mejor capacitación de los docentes, una labor educativa más eficaz, y el trabajo educativo con los padres. Asimismo la insistencia en el estudio del proyecto de Estatuto del Docente, que permitiría introducir como criterio más allá de la antigüedad y la capacitación, el desempeño docente. · Existen medios para empezar a superar una de las fuentes más graves de discriminación, la lingüística, mediante la educación en lengua materna apuntando al bilingüismo real. Se da una apertura mayor a la educación bilingüe con una concepción ya no “integrista” de los responsables del área de la educación en guaraní. Asimismo contamos en el país con expertos en educación bilingüe y expertos en lingüística guaraní -aún fuera del sistema oficial, pero cerca del mismo-, así como con proyectos piloto de educación bilingüe que ya han dado resultados alentadores. · Experiencias de participación comunitaria en la gestión del sistema educativo, como en el proyecto de desconcentración de la matrícula en Luque en que articularon acciones conjuntas el MEC, la Gobernación del Departamento Central, la Municipalidad y la Coordinadora de Comisiones Vecinales de dicho municipio. · El funcionamiento de carreras innovadoras que pretenden dar respuesta a necesidades de los sectores empobrecidos, como el bachillerato en salud, orientado a la salud pública y los bachilleratos agropecuarios en comunidades rurales. · El acuerdo del Foro sobre la Educación de Dakar (abril 2000) donde 181 representantes de países acordaron dar importancia a la educación media. Y el compromiso de países desarrollados y organismos internacionales para que ningún país con proyectos serios de educación deba dejar de contar con recursos financieros. · El contar con unas raíces de pensamiento y práctica pedagógicos paraguayos que incluyen la reforma impulsada por Ramón I. Cardozo en la década del ‘20, la experiencia de las Escuelas Campesinas y la aplicación del pensamiento de Paulo Freire en escuelas urbanas en la década del ‘70, las experiencias suburbana, rural, agropecuaria y de educación de jóvenes y adultos por radio de Fe y Alegría, la de Educación Personalizada, en escuelas del Bañado Norte y de Misiones, la de Escuela Activa en Caaguazú, la de Escuela de la Comunidad en el Departamento Central, y otras iniciativas más focales (Escuela Municipal Marangatu rapé, Escuela Pa’í Puku, etc.) · El contar con Departamentos de Ciencias de la Educación en diversas universidades, cuyo compromiso con la educación debería traducirse en esfuerzos de investigación y formación calificada de formadores de docentes y de técnicos en educación. · El discurso de las autoridades educativas cuya consecuencia debemos exigir. Por ejemplo la viceministra de educación, durante el seminario sobre la reforma de la educación media señaló que se quiere “hacer una reforma genuinamente nuestra, surgida de nuestras ideas, a partir de un análisis claro de nuestra realidad, con las cifras de nuestra realidad, con una mirada crítica a nuestro sistema y con la participación de todos los sectores interesados” (La Nación, 13 de mayo, pag. 19). · La Ley General de Educación, que aunque mejorable, implica notables adelantos que debemos hacer cumplir. Entre ellos, la existencia de un Consejo Nacional de Educación, que deberá tomar mayor protagonismo no sólo en el ámbito del MEC sino en relación a la coordinación de todos los programas educativos desarrollados desde distintos ámbitos, tanto en el sector público como en el privado.. · La ayuda internacional ante la cual debemos contar con proyectos propios para evitar la imposición de fórmulas venidas de afuera como solución a problemas que no son los nuestros, o por lo menos no son los de las grandes mayorías de nuestro país. · Los considerables recursos invertidos en educación, que con una mejor administración y una adecuada coordinación podrían brindar mejores resultados. Sólo MEC tiene un presupuesto de 1,2 billones de guaraníes (el presupuesto de la administración central es de 7 billones). Pero existen muchos otros recursos financieros dispersos , sin contar con los del sector privado, más difíciles de cuantificar . Pero no debemos olvidar que la educación es sólo un aspecto que incide de manera significativa, pero que a su vez depende de condicionantes económicos y políticos. Políticos pues es preciso contar con la fuerza suficiente para hacer los cambios necesarios desde la perspectiva de los más pobres para hacer posible la equidad con una educación de calidad para todos. Económicos porque sin poner la generación de riqueza al servicio de todos, sin un trabajo digno, sin ingresos que aseguren alimentación adecuada y salud, todo esfuerzo pedagógico, por mejor que sea, será en vano. Aún nos falta algo esencial: se necesita de proyecto de país más justo, para que la educación pueda desarrollarse al contribuir a la construcción de esa sociedad para todos. Existen medios para empezar a superar una de las fuentes más graves de discriminación, la lingüística, mediante la educación en lengua materna apuntando al bilingüismo real. Se da una apertura mayor a la educación bilingüe... Asimismo contamos en el país con expertos en educación bilingüe y expertos en lingüística guaraní. Los
considerables recursos invertidos en educación, que con una mejor
administración y una adecuada coordinación podrían
brindar mejores resultados. |