Acaban de realizarse en
Encarnación las VIII Jornadas Internacionales sobre las Misiones
Jesuíticas, que ya vienen a ser tradicionales entre los investigadores
y estudiosos de esa singular y por muchos conceptos asombrosa y controvertida
experiencia histórica.
Convocados por la cuestión
guaraní-jesuítica
El origen de las Jornadas
hay que buscarlo en los Simposios Nacionales de Santa Rosa (Río
Grande do Sul, Brasil), donde en años impares se sucedieron sin
interrupción desde 1975 hasta el 1991 esos encuentros que han dejado
una envidiable colección de trabajos publicados en 10 volúmenes.
En ese marco se sintió
la necesidad de internacionalizar más la comunicación de
los resultados de la investigación y abrir aún más
la discusión acerca de las Misiones Jesuíticas. Así
se inició, como alternativa complementaria, la edición de
esas Jornadas, primero en la ciudad de Resistencia (Chaco, Argentina),
allá por el año 1982, con el Dr. Ernesto J.A. Maeder, como
uno de los principales promotores. Desde entonces las Jornadas han sesionado
en Posadas (1984), en Porto Alegre (1986), en Asunción (1990), en
Montevideo (1994), en Marechal Rondón (Paraná, Brasil) (1996),
de nuevo en Resistencia (1998) y este año en Encarnación.
Se puede hacer notar que
el Paraguay colonial no jesuítico, que sin embargo está en
origen del Paraguay actual, no cuenta con investigaciones tan sistemáticas
ni encuentros tan periódicos para tomar conciencia de su propio
devenir histórico. Tal vez porque no cuenta con historiadores dedicados
regularmente a la tarea.
El lema que nos convocaba
este año se presentaba en estos términos: historia inacabada,
futuro incierto: una historia inacabada como está inacabado el quehacer
histórico que es interpretación y nueva actualización
del pasado; y futuro incierto porque el olvido y incoherencia borran las
huellas del pasado para que el futuro carezca de fundamento. Historia inacabada
también por la circunstancia de que tanto los temas, como las hipótesis
interpretativas parecen no tener fin y la producción de obras y
trabajos publicados sobre las Reducciones o Misiones jesuíticas
acumula año tras año títulos y más títulos.
El futuro incierto puede referirse a desgraciado fin que tuvo la experiencia,
al incierto destino de las poblaciones indígenas guaraníes
y al maltrato que están recibiendo los remanescentes materiales
de aquellos pueblos: ruinas en deplorable estado de deterioro, dispersión
del patrimonio artístico, mal uso inclusive del espacio y su degradación
ecológica y paisajística. Se quiere explotar esos recursos
sin ninguna inversión de consolidación ni de protección.
Es el disfrute de los bienes sin preocupación por su sustentabilidad.
La convocatoria tuvo favorable
acogida y la Universidad Católica de Encarnación en cuya
sede se realizaban la Jornadas, recibió a 50 investigadores y estudiosos
que presentaron sus trabajos ya sea en conferencias o en forma de comunicaciones.
Contando otros asistentes y estudiantes se llegó a la cifra de 149
participantes, procedentes de Argentina, Brasil y Paraguay.
El pasado en el futuro
Expresamente formulado en
términos amplios y abiertos, eso de historia inacabada, futuro incierto,
permitía abordar el tema guaraní-jesuítico desde ángulos
y perspectivas muy diversas.
Hubo quien se refirió
al arte actual de los Guaraní Mbyá (María Magdalena
Quinteros) o a las tejas esgrafiadas del siglo XVII y XVIII comparando
su dibujo con el de los Pãi Tavyterã actuales (Olga Blinder).
La problemática de
lo que fueron las reducciones como tradición e innovación
en un contexto colonial, así como la estrategia de evangelización
y liberación seguida por el Padre Roque fue objeto de dos conferencias
(Antonio González Dorado y Rafael Carbonell de Masy). Y en cuanto
a la mujer guaraní, ¿cuál habrá sido su camino
desde su vida libre en la selva hasta su vida en los pueblos de las Misiones?
(Alicia J. Paoli) -artículo que el lector encontrará en las
siguientes páginas-.
Lengua y lenguaje propios
de la sociedad guaraní misionera fueron abordados a partir de diversos
textos; los Sermones y exemplos, de Nicolás Yapuguay (Delicia Villagra),
el Arte de la lengua guaraní de Montoya y Restivo (Silvio Liuzzi)
o el Diario hecho por un indio de lo que sucedió en el desalojamiento
de los portugueses de la Colonia del Sacramento, en 1704-05 (Bartomeu Melià)
-recogido más adelante en este número de ACCIÓN-.
¿Qué tipo
de educación y qué aportes culturales trajeron los jesuitas?
(Teresa Znakovski; María Teresa Stankieviez). ¿Cómo
conceptuaban los misioneros la acción de Dios y del diablo en los
tiempos de peste? ¿Con qué criterios y con que ejercicios
médicos observaban las terribles epidemias de la época? (Jean
Tiago Baptista; Leticia Bauer). ¿Qué tipo de sociedad nueva
se estaba formando en la Reducciones jesuíticas, dado el carácter
de frontera de muchos de los pueblos frente a la presión de los
portugueses brasileños? (Eduardo Neumann) -un resumen de este estudio
está en nuestras páginas-.
Tal vez la serie más
compacta de estudios fue la relativa a la discusión del espacio
urbanístico, sus modelos europeos o americanos y las realizaciones
arquitectónicas a que dieron lugar: tuvimos ahí a grandes
especialistas en la materia (Guillermo Randle, Carlos Page, Norberto Levinton
y Darko B. Sustersic), con prolongados años en la investigación
y numerosas publicaciones en su haber. El uso del espacio y sus transformaciones
así como lo que puede considerarse tradición e innovación
en la arquitectura de las primeras iglesias jesuíticas fue objeto
de interesantes presentaciones (Antonia Rizzo, María Carlota Sempé
y María Cristina Serventi).
Otro extenso campo de investigación
que siempre atrae la pesquisa histórica se refiere a lo que sucedió
después de la expulsión de los jesuitas, los cambios pretendidos
por el reformismo borbónico (María Cristina dos Santos);
adónde fueron a parar los indios de aquellos pueblos y hasta qué
punto poblaciones actuales de Corrientes, de Río Grande do Sul en
Brasil, o del Uruguay testimonian sus orígenes misioneros (Esteban
A. Snihur, Alfredo Poenitz, Guillermo Wilde, María Teresa Rouvier
y María del Valle Reycher).
Patrimonio de la Humanidad
Por fin, hubo notables contribuciones
en la temática de las “ruinas”, que son en realidad remanescentes
vivos de un legado que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad;
un tema que requiere estudios de arqueología histórica (Myriam
Morínigo, Jorge Alcaraz y Alberto Bys), así como estrategias
de política cultural, inlcuido el turismo (Ana María Gorosito
Kramer; Ruth Adela Poujade y Graciela Cambas; Gastón Hojman; Liliana
Dieckow y César Bondar; Víctor Torres y Claudia Wrobel, entre
otros).
Fueron días de intensa
actividad académica y cultural donde el encuentro mismo facilitó
el conocimiento de colegas interesados en este gran tema y el intercambio
de informaciones, así como la confrontación de opiniones
diversas y aun contrarias.
La historia está
inacabada, y las IX Jornadas Internacionales sobre Misiones Jesuíticas
será, Dios mediante, en São Paulo, en el año 2002.
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