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LA IGLESIA Y EL MUNDO
Ordinariamente,
las gentes sencillas piensan que la misión de la Iglesia, es decir,
de los obispos, curas, religiosos y religiosas, es solamente enseñar
el catecismo, rezar misas, organizar procesiones... o sea: una Misión
estrictamente espiritual. Por consiguiente, no deben meterse en política,
porque los problemas políticos son cuestiones de laicos, de políticos..
Mons. Ismael
Rolón.
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Vamos
a recordar brevemente, las enseñanzas de la auténtica Iglesia
de Cristo, expresada en los Documentos Pontificios:
El Papa Pablo VI, escribió en su Constituciones, durante el Concilio
Vaticano II, a cerca de la Iglesia en el mundo (7 Diciembre 1965): Los
gozos y las esperanzas, las alegrías y las angustias de los hombres
de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres, son, a la vez, los gozos
y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los discípulos
de Cristo (Gaudium et Spes, 1). Y conste que, por Iglesia, entendemos
a laicos, clérigos y religiosos y religiosas.
La Iglesia somos todos los bautizados, creyentes y fieles a Cristo, nuestro
Salvador. Por esto, la Iglesia se siente íntima y realmente solidaria
al género humano y a su historia: La Iglesia sólo desea
continuar bajo la guía del Espíritu Santo, la Obra del mismo
Cristo, que vino al mundo para servir, no para ser servido (G.S. 3).
Ante la triste realidad de que existen, entre cristianos auténticos
y ejemplares, también muchos que se dicen cristianos, católicos,
y lo son por el Bautismo; pero sus vidas testimonian lo contrario: son
sinvergüenzas, ladrones, mentirosos, corruptos..., nos cuestionamos
con sinceridad y preocupación, obispos, sacerdotes, educadores:
¿En qué hemos hecho consistir nuestra Evangelización,
en nuestros templos, colegios, asociaciones? Reconocemos que haya habido
deficiencias, pues hemos dado más importancia a la enseñanza
religiosa, a las ciencias humanas... descuidando la educación moral,
cívica, las cuestiones sociales, tan importantes, pues el hombre,
por su íntima naturaleza, es un ser social, y no puede vivir ni
desplegar sus cualidades, sin relacionarse con los demás (GS 12).
En las muchas reuniones realizadas al respecto, en la Iglesia, nos hemos
propuesto seriamente mejorar nuestra misión evangelizadora: que
sea más cristiana, más humana y realista.
El Papa Juan Pablo II, que nos visitó hace 13 años, dijo
a las autoridades nacionales y diplomáticos, en reunión
con el clero: no se puede arrinconar a la Iglesia en sus templos, como
no se puede arrinconar a Dios en la conciencia de los hombres. La tarea,
la Misión de la Iglesia en todos los tiempos y en todas partes,
repercute, necesariamente en la vida de la sociedad. Por esto, sobre todo
los laicos cristianos deben sentirse profundamente comprometidos y urgidos
a luchar, sin cuartel, contra la corrupción, la impunidad, los
hipócritas, para construir el Paraguay Jaipotáva. Jesús
nos reveló su plan y estrategia: Ámense unos a otros como
yo les he amado; en esto conocerán que son mis discípulos
(Jn 13,34-35). Y en el Paraguay nuevo: Ni opresores ni siervos alientan
donde reinan unión e igualdad. Neike, lo mitâ!
La tarea,
la Misión de la Iglesia en todos los tiempos y en todas partes,
repercute, necesariamente en la vida de la sociedad. Por esto, sobre todo
los laicos cristianos deben sentirse profundamente comprometidos y urgidos
a luchar, sin cuartel, contra la corrupción, la impunidad, los
hipócritas, para construir el Paraguay Jaipotáv
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