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HACIA UNA CULTURA DEL BUENTRATO
En el
esfuerzo de construir una sociedad más justa y solidaria con los
niños, niñas y adolescentes, es fundamental que empecemos
a reflexionar sobre nuestras prácticas y actitudes respecto a las
diferentes dimensiones del buen-trato en nuestras relaciones entre adultos
y niños
.
Mabel
Benegas de Causarano.
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Sólo
a partir del cambio de actitudes y comportamientos se podrán ir
sembrando las bases de una nue-va cultura, la cultura del respeto, de
la solidaridad, de la comunicación horizontal, en definitiva, una
cul-tura en que todos -niños y adultos- podamos establecer relaciones
en las que las necesidades, deseos, ex-pectativas, opiniones, experiencias
de uno y de otro, aunque diferentes, son igualmente importantes.
Nuestras prácticas cotidianas relacionadas al uso del castigo físico
para causar dolor, con el propósito de corregir una conducta no
deseable en el niño o niña nos remiten a pensar en la legitimación
por parte de la sociedad del uso de la violencia para resolver conflictos,
generando a la vez una doble moral, por la cual existen dos tipos de ciudadanos:
los niños y niñas y los adultos. A los adultos no se los
puede agre-dir, a los niños y niñas sí.
Con relaciones maltratantes y abusivas educamos ciudadanos sumisos que
aprenden fundamental-mente que lo importante es obedecer a la autoridad
imposibilitando la capacidad de crecer como personas autónomas
y responsables.
Plantea asimismo una desvalorización muy peligrosa de la vida humana,
una concepción que acepta la violencia como método válido
y hasta necesario con el que considera inferior, con el débil,
con el más pequeño, con el que no sabe, con el que no tiene
medios para oponerse a nuestra voluntad.
Por ello es fundamental que empecemos a cambiar el castigo por la responsabilidad.
El castigo gene-ra rabia, frustración, dolor y baja autoestima,
pero si educamos a los niños y jóvenes a ser responsables
podemos generar aprendizajes, y el aprendizaje siempre genera satisfacción
y oportunidad de reparar errores.
Es el momento en que la comprensión, el respeto, la tolerancia
y la cooperación re-emplacen el sometimiento y abuso del poder
como formas de construcción de nuevos ciudadanos.
Accion
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