Allí se mezclan los tiempos del drama y
la revista, las dimensiones de la pintura y el objeto, las señas
de lo real y lo soñado. Allí se produce la alquimia oscura
del sentido condensado: apretados, entre sí, entreverados en la
escena menuda del nicho improvisado, las asociaciones distintas que despiertan
las figurillas de yeso, los fa los de madera, los bosques de plumas, las
piedras y caracolas dorada, las perlas de vidrio y los relámpagos
pintados entrecruzan sus sentidos y canjean entre sí sus direcciones
produciendo en el recinto clausurado y expuesto de las cajas cortocircuitos
intensos, estallidos breves, incendios menudos.
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