Enfoque científico
Podríamos comenzar diciendo que el traspaso de la información
de padres a hijos y de generación a generación se produce
a través del traspaso de los genes; los cuales en un número
aproximado de 80.000 se hallan distribuidos en sitios específicos
de los 23 pares de cromosomas con los que cuenta la especie humana. ¿Qué
es un gen? Es un segmento de ADN
(ácido desoxirribonucleico) que codifica para una determinada
función
(piel, ojo, músculo, etc.).
En octubre de 1990 se inicia el Proyecto del Genoma Humano (HUGO), principalmente
a cargo del Instituto Nacional de Salud (NIH)
y el departamento de Energía Atómica (DOE) de los Estado
Unidos, con el fin de mapear y secuenciar entre otros fines, los 3.000
millones de bases nucleicas (Adenina-Tiamina-Citocina-Guanina) del ser
humano. El 26 de junio de este año fue anunciada la culminación
de este primer objetivo, pero aun no todo está hecho. Para que la
información pueda ser utilizada, resta todavía la identificación
de los genes, así como su localización
en los cromosomas.
Mientras los científicos continúan con los estudios, el
resto del mundo, y entre ellos nosotros, opinamos y discutimos sobre los
pro y los contra que estos nuevos conocimientos pueden acarrear. Entre
los argumentos en pro de apoyar las investigaciones, se citan el desarrollo
de las terapias individuales, las terapias preventivas que evitarían
el desarrollo de ciertas patologías, la elaboración de test
de diagnóstico para las aproximadamente 80.000 patologías
de origen genético que deberían existir y la terapia génica
somática (manipulación de los genes de un individuo adulto).
Por otro lado, entre los argumentos esgrimidos en contra, figuran la discriminación
social, laboral o en salud de que podrían ser objeto las personas
portadoras de patologías genéticas que antes no podían
ser diagnosticadas, y que se suman a la larga lista de temores que nacen
con estos avances.
El desarrollo o experimentación con la terapia génica
germinal
(manipulación de los genes antes de la fertilización
o de la implantación)
ha sido prohibida de antemano ante el peligro que envuelve el cambio
del genoma en una persona y, por qué no, su utilización descontrolada,
teniendo en cuenta que sus efectos recién podrían manifestarse
en las generaciones futuras y lo que esto podría significar si es
llevada a cabo por personas inescrupulosas. A modo de ejemplo, recordemos
la creación en 1995 de moscas de la fruta con más de 14 ojos,
distribuidos en patas y antenas, luego de la activación en diferentes
partes de un embrión de la mosca de la fruta, de un gen (formador
de ojo) denominado “Eyeless”. En resumen, teniendo en cuenta el grado alcanzado
por la evolución científica y sin desconocer las ventajas
que esto significa, es importante el establecimiento de límites
infranqueables a fin de asegurar la supervivencia y la dignidad del ser
humano.
Algunas consideraciones éticas
Podríamos comenzar con una información tranquilizadora.
El 12 de octubre de 1996, en Manzanillo, Colima, México, se redactó
un documento conocido como “Declaración de Manzanillo”, referente
al Genoma humano. Si bien en todo el documento encontramos distintas consideraciones
éticas, particularmente el punto quinto se refiere a “los principios
éticos que guían las acciones de genética médica”.
Aunque pueda ser un poco extensa la cita, conviene transcribirla:
“a) La equidad en el acceso a los servicios de acuerdo a la necesidad
e independientemente de la capacidad económica.
b) La voluntariedad de los servicios, la ausencia de coacción
sobre su utilización, y el consentimiento informado basado en el
asesoramiento genético no directivo.
c) El respeto a la autonomía de decisión de los usuarios
consecuentes con los resultados de las pruebas genéticas.
d) Las pruebas genéticas y las acciones subsiguientes tienen
como objeto el bienestar y la salud del sujeto de análisis, o la
determinación de las características genéticas fetales
para facilitar opciones reproductivas autónomas de las parejas.
En cambio, no deben ser creados para la imposición de políticas
poblacionales demográficas o sanitarias.
e) La información genética es privativa del individuo
y no debe divulgarse a terceros sin consentimiento expreso.
f) La confidencialidad de la información genética sólo
podrá ser violada excepcional- mente, si es el único medio
de evitar un daño claramente mayor”.
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