A la
mayoría de los Paraguayos honestos y amantes de esta Patria de
tan gloriosa historia, duele y humilla el ambiente social en que estamos
viviendo: de miseria económica, de ignorancia, de enfermedades,
de inseguridad personal... y surge el grito justiciero de "Iporamante
la desgobierno", por culpa, hablando claro, de gentes del gobierno:
poder judicial, legislativo, ejecutivo y hasta F. A. y policía,
desprestigiados, incapaces de imponer orden, decencia, honestidad, justicia...
porque ellos mismos, quizás, carecen de esas virtudes humanas,
salvas honrosas excepciones. Han desplazado a Dios, a la moral, a la justicia,
las ambiciones del dinero, del poder del libertinaje....
Y lo que nos duele, a la Iglesia Católica, es que la mayoría
de tales indeseables, se dicen "católicos" y frecuentan
los templos. Es tiempo que tomen conciencia de esta dura realidad espiritual,
moral y política; y buscar, unidos, con inteligencia, justicia,
energía, los medios más adecuados y legales para barrer
tanta basura y escombros, para aliviar la desesperanza y la frustración,
la miseria, la ignorancia de tantos compatriotas, que, no por haraganes,
sino porque no hay fuentes de trabajo, andan por las calles, casi mendigando...
Causan inmensa pena y disgustos los espectáculos de tantos ancianitos/as,
frustrados en sus jubilaciones, por manejos sucios y criminales de unos
cuantos "cuales quieras" que siempre soñaron.
"Iporamante"
Y no son puras
lamentaciones, porque ya están surgiendo asociaciones de adultos
y jóvenes, civiles, independientes, decididos a unirse para dialogar,
inteligente y decentemente, para buscar caminos eficaces para la reconstrucción
del Paraguay querido; y dispuestos a trabajar unidos sin ninguna distinción
ni intrigas partidarias, pero con firmeza. Uno de los caminos abiertos,
son las elecciones. Por esto exhortamos a campesinos y obreros y a todos
los ciudadanos decentes, que no se dejen amenazar ni dirigir, por cualquier
caudillo, disfrazado de amigo y dirigente que más buscan bienes
particulares y personales que el bien común... "Ha to je hode
i tavyva".
Esta exhortación cordial es sobre todo para los católicos,
pues, la religión no está reñida con la lucha por
la verdad, la justicia, la honestidad... al contrario: es el contenido
de los evangelios. Y que se preocupen también de las tradiciones
e identidad del pueblo paraguayo, reflejadas, sobre todo, en la vida campesino
"y ma guare".
Y aunque te digan algunos/ que nada puedes cambiar: lucha por un mundo
nuevo, lucha por la verdad. Y mientras recorres la vida, tú nunca
solo estás: contigo por el camino, Santa María va.
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