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MOISES Y LOS INDIGENAS, EL EXODO HOY
EI Antiguo Testamento no es solo cuestión de exégesis. Hablar de indígenas no es solo cuestión de antropología. Hagamos una "colectura".
Un pueblo dentro de un pueblo. Comida no les faltaba, a los hapiru , cuando vivían y trabajaban entre los egipcios. El trabajo ya fue algo más pesado. Pero lo peor fue tener patrones: perdieron la libertad de ser sus propios dueños; tuvieron que cumplir ordenes ajenas. No pudieron realizarse según sus pautas culturales.


Miguel Fritz OMI

Hoy los hapiru se llaman enxet, nivaclé, guaraníes... Tienen buenas casas, tienen luz agua. Y tienen trabajo -para patrones. Patrones de otras culturas; quienes son los dueños de la tierra, dueños del agua, dueños de sus horas, dueños de sus energías físicas. (Casi) siempre tienen comida, estos indígenas -algo envidiable en el Chaco, que conoce sus meses de sequía, de hambre. Tienen comida, porque tienen pagos (cuando hay trabajo). Hasta televisor y heladera tienen (algunos).

Pero cuando en 1990, por fin, los nivaclé se animaron a celebrar la primera vez en esta tierra ajena su fiesta más importante, la iniciación de una chica, hubo intervención y restricción. ¡Cómo cantar a Dios en tierra ajena!
La libertad cuesta, cuesta hasta pasar hambre. Y llega la tentación de volver, para por lo menos poder comer. Como pasó a los guaraníes, cuando en 1983 consiguieron la tierra sin mal- pero con muchas espinas...

Cambio de nombre

Nombre es identidad. Y los otros lo necesitan para poder llamar; y mandar. Por eso, a los patrones, a los señores, siempre les conviene un nombre más manejable.
Y nombres pueden cambiar la identidad, marcar características que a los otros llamen la atención.
Fue poca diferencia, que de los hapiru se hizo hebreo. Cambiar Jacob en Israel, eso ya fue más grave. O Sarai en Sarah. O Simón en Pedro.
Pero, ¿a quién le ocurrió, cambiar a los nivaclé en chulupí? ¿O a los guaraní en guarayos y chiriguanos? ¿O a los enxet en lengua? ¿O a los ayoreode en moro? O...
Nombres que expresan el orgullo de ser hombre o mujer se han vuelto motes, se han vuelto ofensas.

Casarse con...

El papá de Moisés procuró casarse con una mujer de su gente, de su cultura.
La Biblia lo presenta como valioso, que aquel levita supo conservar su cultura, ya que fue elegido por Yavé de antemano.
En los pueblos matriarcales del Chaco, el varón espera a la mujer que lo elija. Y lo normal es, que sea una mujer de su cultura, más puesto que ellas representan la parte más conservadora de esta.
Por supuesto, no es raro, que esa mujer ya haya tenido experiencias, e incluso hijos, cuyos padres han sido de otras culturas, más bien machistas; hombres que nunca aparecen.

Bajar la natalidad

Los egipcios se vieron amenazados par la gran cantidad de hijos que tuvieron los hapiru. Par eso tomaron "precauciones". Primero, con trabajo forzado. No resultó. Después con infanticidio -pero infamemente sólo los niños. Claro, las niñas eran bienvenidas todavía para divertirse más tarde.
Hoy, las "precauciones" llegan en forma de pastilla; las traen los macateros, hasta en moto. O llegan en forma de espiral: muchas veces, los maridos ni se enteran -o recién cuando las mujeres se tuercen, porque se inflamó todo... Hay una ONG que paga por cada mujer indígena esterilizada. Evidentemente, aparte del miedo (Ya son muchos..), también existen buenos negocios.

Crecer en familia ajena

Moisés pudo sobrevivir, gracias a la compasión de una mujer; una de otra cultura. Y así creció: dentro de una familia ajena, de una cultura ajena.
Como aquellos niños Aché, cuyos padres habían cazado, matado, asesinado; vendiendo a los niños huérfanos al mejor postor. Sólo hay que preguntar a Margarita; y los otros (los pocos, que lo saben; o lo han podido admitir y asumir). No hace ni tres décadas, que eso solía ocurrir.
Más tiempo hace que los niños guaraníes, niños como niñas (¡y sobre todo ellas!) fueron repartidos. Entre militares; en Mariscal Estigarribia; cuando se llamaba todavía López de Filipi. Hay hermanos, que hasta hoy no volvieron a verse.

Tomar conciencia

Fue violento, muy violento, cuando Moisés tomó conciencia de su identidad. Y mató al que maltrataba a uno se su gente.
Y es violento, cuesta mucho volver a sus raíces, recuperar su dignidad, valorar de nuevo a su propia cultura.
¡Ojalá que no tenga que costar vidas! Y ¡ojalá que todos tengan la oportunidad de poder ser lo que son: vivir con orgullo su propia cultura!
Como Moisés.

Pero, ¿a quién le ocurrió, cambiar a los nivaclé en chulupí? ¿O a los guaraní en guarayos y chiriguanos? ¿O a los enxet en lengua? ¿O a los ayoreode en moro? O...

 

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