Esta
imagen de peregrinos en la vida, nos viene desde los Guaraníes,
que se declaraban un pueblo de caminantes, cuyo sentido de la vida era
el camino a la tierra sin mal - Yvy Mare'y - (en donde ya no existe
la muerte y el dolor). Por eso eran nómadas, por eso no pusieron
el énfasis de su cultura en la construc-ción de grandes
ciudades y monumentos y sí en la construcción de una vida
correcta y coherente, fiel a los valores de la solidaridad y la libertad.
Hoy más que nunca en Paraguay necesitamos rescatar los valo-res
de nuestros ancestros, hundir la mirada en el pasado para diseñar
la arquitectura de nuestro futuro, de nuestra liberación como pueblo,
que aun vive en la dominación de la injusticia y la rapiña
de los pocos
que asaltan nuestra dignidad y las riquezas que nos pertenecen a todos.
Juventud
Los nuevos
caminantes, que siguen la senda de los eternos buscadores de amaneceres
nuevos. En esta oscura noche que vivimos, ¿qué papel le
toca a la juventud paraguaya?. Es una pregunta recurrente en estos tiempos
de crisis y desazón. Un día, durante una de las tantas manifestaciones
en las plazas asun-cenas, una señora al verme me interpeló:
¿Y donde están los jóvenes? Yo respondí algo
para salir al paso, pero la pregunta quedo flotando en mi mente. Porque
la sentía como una interpelación más profunda, a
la vez cuestionadora y esperanzada, como si ella estuviese diciendo: confiamos
en ustedes, necesitamos de ustedes, queremos verlos aquí y en todos
los lugares en donde se luche por un Paraguay más justo.
Esta pregunta se ha repetido constantemente en diversos espacios, y desde
diferentes sectores. Algu-nas veces, con una sana intención de
estimular a la juventud para que sea protagonista de la historia, y otras
veces para manipularla y vejarla.
Ciertamente, la voz y la acción de la juventud paraguaya de la
post dictadura, se ha sentido; y ha re-novado esperanzas en el país;
una juventud que también se ha jugado la vida en esta "democracia"
(¿?) y que tiene sus mártires desde un Sebastian Larrosa
(joven de 18 años), muerto por la policía durante la Huelga
General del año 94 hasta los ocho muertos del marzo paraguayo.
Como también hemos ido lo-grando espacios importantes y constituyéndonos
en un actor social importante. Sin embargo, hay algo que ha caracterizado
al movimiento juvenil de toda esta década: nuestra escasa capacidad
para actuar en conjunto de forma articulada y sistemática en la
vida del país, salvo en algunas coyunturas específicas.
Diversas herencias han neutralizado los intentos de aglutinación
que fueron surgiendo, herencias tales como: el sectarismo, el partidismo,
el afán de figuración, la irresponsabilidad, el personalismo,
etc.
De un lado, la dictadura stronista que inoculó el terror y la corrupción
en el inconsciente colectivo y, del otro lado, la "filosofía"
neoliberal que intenta convencer al mundo de que la historia terminó
y que la
utopía ha muerto, han impactado también muy fuertemente
en nuestras organizaciones juveniles del Paraguay. Adolecemos de una falta
de proyección de nuestros intereses sectoriales y de grupo sobre
una visión de país y del mundo. No logramos trasponer el
umbral de nuestras reivindicaciones particulares y tener una propuesta
de país, un cuestionamiento más radical y profundo a las
estructuras que generan y perpetúan la injusticia en nuestra sociedad.
Este proceso de "des-ideologización" y pragmatismo (profundamente
ideológico, por otra parte) que se da en el mundo, también
llega al Paraguay y nos presenta la historia y la realidad como un museo
en donde todo está estático y fosilizado, en donde ideales
y lucha por la justicia son cosa del "viejazo"; o, por el contrario,
sólo nos permite "utopías reducidas" (léase:
de acuerdo a los intereses del mercado), donde nuestro papel de jóvenes
es la "eterna alegría" fabricada vía consumismo
feroz o el de simples
espectadores de la mega pantalla de los medios de comunicación,
que incluso nos permite por momentos ser "vedettes" en ella,
siempre que nuestro "show" no moleste los intereses de los poderosos.
Quizá esto último explique porque algunos movimientos juveniles
solo duren el tiempo que los medios de comunica-ción le dan "bolilla"
o de los otros que condicionan su discurso y acción de acuerdo
a la preferencia de los diarios, radios y canales de TV.
En este contexto, la lucha de la juventud organizada del Paraguay es escribir
su propia historia y la del país, asumiendo conscientemente el
peso de ese 70 % de la población menor de 30 años, de ese
gran mo-saico de realidad que es la juventud paraguaya, reflejo del mosaico
que es nuestro país. Buscar represen-tar a todos estos sectores
de jóvenes, rescatar y proyectar la rebelde utopía sobre
los cansados corazones de una generación de sueños rotos,
reencender la llama de la dignidad y ser conciencia crítica de
esta so-ciedad destrozada por latrocinios y saqueos, es nuestra misión,
como lo fue en todas las épocas pasadas.
Nuestra tarea sigue siendo la de tomar el sendero que nos han dejado todas
aquellas personas que en diferentes épocas defendieron la justicia
y la dignidad, y construir nuestra propia historia con soberanía,
coraje y apertura a lo mejor y más universal de la humanidad, sin
dejar de ser nosotros mismos.
Joaju
ha jopoi (unidad y solidaridad)
Coordinadora
de Organizaciones Juveniles, un paso en el sendero de la construcción
de un país mas justo.
La idea recorría la mente de varios dirigentes de algunas de las
más representativas organizaciones ju-veniles de Paraguay: aglutinarnos
de un modo más permanente y sistemático para influir en
la
vida del país, sin perder nuestra identidad como organizaciones.
Se trataba de un modo de reforzar nues-tras diferentes acciones y reivindicaciones
y actuar más colectivamente ante los problemas nacionales. Ya
tuvimos varios espacios en conjunto, como ante determinados intentos de
atropello a los derechos o apo-yo a movilizaciones ciudadanas, en estos
momentos siempre estamos sentados en la misma mesa, y se fue dando un
lento proceso de "enamoramiento" (conocerse y aprender a confiar
en el otro, romper prejuicios, etc.), que fue derivando en una especie
de "compromiso más formal" en donde un grupo de 10 organiza-ciones
juveniles, inicialmente, decidimos conformar la COORDINADORA DE ORGANIZACIONES
JUVENILES, para impulsar los objetivos anteriormente citados.
A través de este espacio comenzamos el dialogo de ese gran mosaico
de la juventud y la realidad pa-raguaya. Los viernes nos sentamos a la
misma mesa, los estudiantes secundarios y los niños y jóvenes
que en muchos casos dejamos la escuela por el trabajo, las niñas
de clase alta y colegio de monjas y las niñas que con dignidad
y coraje intentan salir de la injusticia de la explotación sexual,
jóvenes de
parroquias y jóvenes que se confiesan ateos, jóvenes de
barrios pobres y jóvenes de barrio residencial, jóvenes
que ya tienen años de militancia y jóvenes que participan
en sus primeras reuniones, jóvenes que tienen diferentes opciones
políticas y jóvenes que no quieren saber nada de ella. Y
por otra parte sabemos que este dialogo todavía no abarca a todos
los sectores de la juventud paraguaya y está total-mente abierto
a ellos.
Este diálogo iniciado, no está exento de dificultades y
de problemas. Ni lo pretendemos. Sabemos que en este sendero que iniciamos
es preciso "hacer camino al andar", pero lo que no podemos perder
de vista bajo ningún pretexto es que buscamos aportar con este
espacio a la construcción de un Paraguay mas justo, en donde democracia
ya no suene a hambre y corrupción, en donde el criterio es dar
al país una di-rigencia social y política mas comprometida
y sensible a los reclamos de su pueblo, en contraposición a los
que hoy día están empotrados en el poder y desde allí
abusan y saquean a la Nación.
Con la COORDINADORA queremos ser un espacio de reflexión / acción
sobre la realidad nacional y el semillero de una nueva dirigencia, digna,
honesta, patriótica y comprometida con su gente, que destie-rre
para siempre a estos buitres mediocres que se alimentan de la muerte y
la miseria de nuestro pueblo. Somos perfectamente conscientes que necesitamos
el apoyo de aquellos adultos más lúcidos y honestos de nuestro
país. Para dar una proyección más profunda a este
espacio, necesitamos de los intelectuales, de las personas luchadoras
y dignas que en décadas pasadas lucharon y ahora siguen apostando
a un Para-guay soberano y libre, de los artistas y actores culturales
comprometidos, de las organizaciones sociales coherentes, de todas aquellas
personas y sectores en quienes nosotros vemos brillar la luz de la honestidad
y la coherencia, para que juntos y solidarios sigamos en el sendero que
nos conduce a la aurora de una Patria Libre, Soberana y Justa "en
donde reina unión e igualdad". Creemos en un futuro distinto
al que tenemos hoy, y ya estamos en marcha para construirlo.
Nota: La Coordinadora de Organizaciones Juveniles está integrada
por: Parlamento Joven, Juventud Obrera Cristiana (JOC), Movimiento por
la Obtención del Boleto Estudiantil (MOBE), Casa de la Ju-ventud,
Organización de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores
(ONATs), Pastoral de
Juventud Arquidiocesana, Pastoral Juvenil Salesiana (MOVIMIENTO BASTA
YA), Juventud Que se Mueve (JQM), Movimiento por la Objeción de
Conciencia (MOC), Hogar Kuñatai Roga, Luna Nueva.
Accion
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