LOS POSTRES

La repostería constituye un arte útil, complejo y delicado que comprende uno de los aspectos más importantes del saber culinario: la preparación de los platos dulces, Constituyen un broche de oro, en todo buen menú en cualquier ocasión. A pesar que la repostería como la industria van alcanzando cada vez mayor perfección e incremento, la confección casera de los platos dulces sigue siendo, como antaño, una preciadahabilidadysuspreparaciones, un orgullo presente de buen gusto.

EN EL REINO DE LOS POSTRES

El postre, comprende una amplia variedad de alimentos dulces o agridulces, de las que quedan excluidos, como es obvio, todos los salados El sentido de preparar un plato dulce o azucarado al final de una comida se justifica plenamente por la circunstancia que el sabor dulce produce una sensación de saciedad que no producen otros sabores. Los postres más sencillos son proporcionados por las frutas frescas, que se consumen como tales en su estado natural; le siguen las frutas conservadastambién «al natural» oen almíbar, y luego las frutas confitadas.

LOS ALIMENTOS DULCES

Verdadero «carbón» del organismo, el azúcar, base y fundamento de los alimentos dulces ocupa en nuestra alimentación un puesto importantísimo y muy especial. El azúcar no es solamente un alimento «en sí» . Es también un sabor; El azucarado, que da todo su valor a otros alimentos. Toda la dulce gama de los POSTRES, constituye una palabra mágica, pues arte de magia es que la asociación de los «4 grandes», como son los huevos, la mantequilla, el azúcar y el harina, según sus proporciones y combinaciones nos lleguen a dar mil y una golosinas. Los que ven en los dulces un alimento superfluo, del que se puede prescindir perfectamente, deben tener en cuenta que el azúcar, en realidad debe integrarse normalmente, a una alimentación normal en sí. Sin el azúcar los músculos se atrofiarían; sin él, nuestro cerebro dejaría de funcionar. El azúcar es imprescindible para la pastelería y la repostería, dulces, confituras, jaleas, etc. ya que de una forma u otra, invariablemente entra en su composición.